FUERON HALLADOS 17 CUADERNOS RIVADAVIA TITULADOS "BAHIA BLANCA EXPEDIENTES X" CON LOS MISTERIOS MAS ESCALOFRIANTES DE LA CIUDAD
Se sabe que el malogrado Edelmiro Guardiola Sirvén fue un investigador de fenómenos paranormales y esforzado recopilador de los sucesos extraños que ocurrían en nuestro pago chico. Las crónicas señalan que financiaba sus investigaciones gracias a su lucrativo oficio de cubanitero. Es por ello que acumulaba carpetas, fotos y videos dentro de su motoneta con forma de vaquita lechera que se encontraba estacionada en la esquina de Belgrano y Vieytes. Allí convivían computadoras, contadores Geiger y costosos equipos electrónicos junto a los tarros de dulce de leche repostero y el baño de chocolate. También se decía que Guardiola Sirvén fue un xilofonista de dudosas cualidades musicales, pero el amor a su instrumento lo hizo bautizar como los “Bahía Blanca Expedientes X” a la serie de apuntes en los que –de puño y letra – describió todos los misterios que supo investigar. Precisamente estos cuadernos son lo que fueron encontrados en el cordón cuneta de la citada esquina, el día que (según testigos), el carro cubanitero ascendió a los cielos envuelto en luces, humo y viento, llevándose a Edelmiro para siempre. ¿Abducción extraterrestre? ¿Explosión de la garrafa? No lo sabemos. Es un misterio más que se suma a los tantos que el xilofonista investigador recopiló en esos 17 cuadernos Rivadavia forrados con papel araña. En ellos describe paradojas temporales en una Sociedad de Fomento, el secuestro de una nave espacial oculta en el Corralón Municipal y la sobrecogedora historia de las mujeres-lobo en el Concejo Deliberante.
En esta primera entrega de los Expedientes X, transcribimos un capítulo escalofriante relacionado con el alma en pena que mora el edificio de Alsina 65.
Escribe Edelmiro:
“El Palacio Municipal tiene un fantasma. Es una mujer pálida que se presenta vagando por sus pasillos, luminosa y etérea, de trajecito ajustado y falda corta, con el cabello ensortijado y arrastrando planes sociales por los mármoles de las escaleras. A veces saluda desde las galerías y desaparece misteriosamente detrás de alguna campaña electoral, tan fantasma como ella. El espectro se mueve como una reina por todo el Palacio y algunos testigos afirman que también habla. Una noche me quedé atrapado en el Palacio luego de ocho horas de cola por una Tasa Municipal. Estaba oscuro y la vi sobrevolando el hall central. Me saludó con la mano con un gesto que indicaba claramente que sólo aceptaría el juicio del pueblo. Luego movió los labios en un susurro y desapareció más rápido que su propia gestión pública. ¿Qué dijo? No sé, mucho no le entendí... casi diría que escuché la frase Volveré y Seré Millones, pero éste sería un chiste demasiado obvio y reaccionario."
En otro párrafo, Guardiola Sirvén señala: "Sé que hubo ocasiones en que los testigos refieren que la aparición los señalaba amenazadoramente y les daba consejos de moda y buen vestir. Hay testimonios escalofriantes. Un ancho funcionario me contó su traumática experiencia "Estaba trabajando hasta tarde en mi despacho, tirando la yerba del mate en el Papelero de Bordeu para cebarme unos nuevos. En eso, escucho una voz que dice "Esa corbata te queda mal, Oshi". Alarmado, giro mi sillón ejecutivo y ahí la veo, de piernas cruzadas, flotando sobre mi escritorio. ¡Me quedé helado! ¡Era mi mejor corbata... si yo mismo la compré en Modart!.”
A modo de corolario de esta primer entrega, el investigador concluye: "Como conocedor de los fenómenos paranormales, opino que la manera definitiva de espantar a la mujer-fantasma no es dedicándole rezos o exorcismos si no por el contrario, ratificándola en su cargo."
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